– Respeta sus decisiones: La persona con discapacidad tiene derecho vivir de acuerdo a sus propios valores y preferencias. Reconoce sus capacidades, no la discrimines ni la trates como incapaz. Si alguien te pregunta hay cuestiones sobre tu usuario, que se dirijan al usuario en cuestión, tú no contestes, eres solamente su apoyo asistencial.

– Respeta su privacidad y libertad: Asegúrate que tiene los recursos y apoyos necesarios para mantener su bienestar y calidad de vida sin interferir en su intimidad.

– Respeta sus intereses: La persona con discapacidad tiene intereses y necesidades, tiene derecho a elegir lo que le gusta. No antepongas tus propios intereses por delante de los deseos de la persona con discapacidad. Escucha con atención sus opiniones y deseos y respeta su voluntad. Actúa como un profesional sin tratos paternalista.

– Valora sus capacidades y opiniones: Escucha sus preocupaciones y necesidades y préstale apoyo para enfrentarse a ellas si te lo pide. Hazlo con empatía, ello implica respetar sus sentimientos para ayudarla a sentirse segura, valorada y darle la oportunidad de participar activamente en la toma de decisiones que le afectan. El asistente personal, asiste, no cuida.

– Trátala con respeto: Actúa con calma, en ningún caso muestres impaciencia. Dale tiempo para expresarse y realizar tareas. No infantilices a la persona con discapacidad cuando te comuniques con ella.

– Adáptate a sus rutinas y costumbres: Respeta sus preferencias y haz los ajustes necesarios para que pueda desarrollarlas en su día a día. Ten en cuenta sus circunstancias individuales y proporcionarle el tiempo y apoyos necesarios para llevar a cabo las actividades que le interesan.

– Asegúrate de que sus derechos se respeten: Ello incluye respetar sus derechos de privacidad, la libertad de elección, su independencia y garantizar que tenga acceso a todos los recursos y apoyos necesarios para su autonomía.

– Facilita su participación activa: Fomenta y apoya su participación activa en la vida social y comunitaria. Respeta y acepta que tome decisiones significativas sobre su vida. Ofrécele oportunidades de participación en actividades, sociales, laborales, culturales, deportivas, de ocio, etc…

– Promueve las relaciones interpersonales: Proporciónale el apoyo y los recursos necesarios para mantener y fortalecer sus relaciones sociales y familiares. Fomenta su participación y toma de contacto con sus redes y amistades personales.

– Asegúrale entornos accesibles: Promueve con la persona con discapacidad la creación de entornos seguros en los que se sienta protegida y cómoda. Asegúrate que los lugares a los que quiere ir cuentan con las medidas de accesibilidad necesarias para su acceso y participación.